miércoles, 14 de diciembre de 2011

Volcando la mirada hacia la ley



Debido a las grandes ganancias que dejan los hidrocarburos y a su importancia en la economía no solo nacional sino mundial, la presión internacional  ha jugado un fuerte papel en la política petrolera ecuatoriana.
El Banco Mundial es de las organizaciones que más inyectan capital en éstos proyectos, por ejemplo para la construcción del OCP, en las rondas de licitaciones y al apoyar la privatización de la industria.
En la "Estrategia de asistencia para Países" CAS del Banco Mundial, el papel de Banco es moldear el paquete de salvamento económico del Ecuador por medio del establecimiento de reformas y leyes.
En el párrafo 53 , el CAS explica con detalle el objetivo estratégico FY01-FY02 de "expandir el papel de sector privado "según el préstamo SAL y las nuevas propuestas de operaciones del préstamo ( Public Sector Reform Privatization, FY02), el banco está " modelando la nueva legislación que aumentaría inversiones privadas en operaciones en el sector de hidrocarburos con el enfoque especial en exploración y explotación, además de mitigar los impactos sociales y ambientales de operaciones sectoriales" el propósito de estos proyectos es promover un " crecimiento liderado de manera privada y orientado a la exportación" en el sector energético. (Amazon Watch 2002 tomado de la Carta al BM).







El Convenio sobre Diversidad Biológica

En 1992 se celebró en Río de Janeiro-Brasil, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo, también conocida como la "Cumbre de la Tierra". En esta  reunión se trataron  3 beneficios significativos en materia de protección ambiental: la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC, por sus siglas en inglés), la Convención de Lucha contra la Desertificación (UNCCD) y el Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB), siendo este último el primer acuerdo mundial enfocado en la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad. 
El CDB ganó rápidamente una aceptación generalizada y más de 150 gobiernos firmaron el documento en el marco de la Cumbre en Río de Janeiro.
Ecuador entro a formar parte de éstos tratados y aprobó el Convenio sobre Diversidad Biológica, sin embargo encontramos que no en todos los casos los ha cumplido. El artículo 1 contempla el principio más importante que es la conservación y el art. 8 la creación y mantenimiento de áreas protegidas para conservar in situ muestras representativas de la biodiversidad. La conservación del amazonas y la explotación de petróleo son actividades que nunca van a encontrar un equilibrio, sus ideales son totalmente opuestos.


Diez años después de firmar el CDB, el gobierno ecuatoriano ha optado por la propuesta de  Manejo Sustentable, con lo cual se ha favorecido la ampliación de la intervención de actividades de gran escala como la explotación de petróleo y minería. Por ejemplo nuevas áreas protegidas como el Parque Nacional Llanganates y el Parque Nacional Sumaco-Napo Galeras, han entrado en escena y se han incrementado las actividades petroleras, así como en la Reserva Faunística Cuyabeno, el Parque Nacional Yasuní y sus áreas de amortiguamiento, considerados bosques protectores. Constituyendo así, una política totalmente contraria a la idea original de proteger la zona.


El principio de precaución establece que la falta de pruebas científicas inequívocas no puede ser razón para aplazar las medidas encaminadas a evitar cualquier amenaza a la biodiversidad. Éste principio debería ser un instrumento de la sociedad para poder respetar efectivamente la biodiversidad, sin embargo el Estado en muchas ocasiones no lo tiene en cuenta. No hay duda de que el gobierno maneja una doble moral en el asunto, mientras firma éstos convenios para proteger su territorio, al mismo tiempo autoriza la construcción de oleoductos y le permite la entrada a multinacionales petroleras.  
El Art. 14ª (CDB) establece que los países miembros podrán exigir la evaluación de impacto ambiental de los proyectos propuestos que puedan tener efectos adversos importantes para la biodiversidad y permitan la participación pública en estos procedimientos. Efectivamente ahora las empresas cumplen con el requisito de presentar estos estudios, sin embargo las acciones que tome la población contra éstos resultados, no afectan en nada a las petroleras.
El Art. 8f. establece que los países rehabilitarán y restaurarán los ecosistemas degradados y promoverán la recuperación de especies amenazadas. Como lo mencione antes, actualmente petroleras como la Texaco enfrentan juicios por contaminación del Amazonas, sin embargo ésta empresa dice que la culpa es de Petroecuador; asi el gobierno y las compañías limpien las piscinas de desechos y siembren árboles, el daño causado nunca es reparado en su totalidad. Nada va a hacer cambiar  la desaparición de los pueblos indígenas Tetete y Sansaguari, ni la grave situación de otros cuyos territorios y población casi han desaparecido como los Cofán, Siona, Secoya y Huaorani; además de los casos de cáncer, abortos, enfermedades a la piel, gastrointestinales , afecciones al sistema nervioso y al sistema respiratorio etc.
El Art.8 llama a los países a respetar, preservar y mantener los conocimientos, innovaciones y prácticas que entrañen formas de vida tradicionales pertinentes con la conservación de la biodiversidad. Las actividades petroleras violentan los territorios y la dinámica social de las comunidades.
Además el Art. 3 pide a los países miembros asegurarse que las actividades que llevan a cabo dentro de su jurisdicción no perjudiquen al medio de otros. Los derrames petroleros en algunos ríos ecuatorianos llegan al Perú, existe una demanda contra Texaco puesta por indígenas de la amazonía peruana. Por otro lado en 1999 se advirtió la destrucción de manglares en costas colombianas debido a fugas en el SOTE, hecho por el se implantó una demanda internacional.


Para concluir, podemos afirmar que la ambición de las empresas petroleras en el mundo moderno no tiene límites. Al Estado, en este caso el ecuatoriano, se le olvido la definición de respeto por lo autóctono, por el origen, por la naturaleza que es la única que nos mantiene vivos. És más importante un barril de petróleo que toda la sabiduría de  una comunidad, que una hectárea habitada por millones de especies. Éste constituye un ejemplo más de las consecuencias del poder, una sed indomable, el querer más y más, no basta tener varias cuentas a reventar de ceros en distintos bancos del mundo, lastimosamente el petróleo como motor del mundo, está en manos de personas con gargantas que no tienen fondo.  

¿Qué dicen las compañías petroleras sobre el asunto?




La historia de éstas compañías en la zona data de 1967, Texaco perforó el primer pozo comercial.  En los años siguientes, las mayores obras de infraestructura fueron el Sistema de Oleoducto Trans Ecuatoriano SOTE y la Vía Coca. Hasta 1990 Texaco extrajo el 88% del total de petróleo y operó el oleoducto, perforó 399 pozos y construyó 22 estaciones de perforación.
En 1971 se habían entregado miles de hectáreas a una media docena de empresas petroleras, sin establecer casi ninguna regulación, ni contratos. En este año el Ecuador fue gobernado por una dictadura militar, la cual con un fuerte espíritu nacionalista decidió entrar a la OPEP, consecuencia de esto, el 23 de junio de 1972 se creó la Corporación Estatal Petrolera Ecuatoriana CEPE. Para ese año se puso en vigencia la Ley de Hidrocarburos, se estableció que los contratos petroleros podían durar máximo 20 años y su extensión se fijó en 200.000 hectáreas.
 En septiembre de 1989 se creó Petroecuador en reemplazo de CEPE y se conformó una matriz y seis filiales, tres permanentes: Petroproducción, Petroindustrial y Petrocomercial; y  tres temporales: Petropenínsula, Petroamazonas y Petrotransporte.
A partir de 1982 debido a presiones de los organismos multilaterales y de las propias empresas, la política petrolera ha sido volcada hacia la apertura a las transnacionales.
En 1993 por decisión del Gobierno de Sixto Durán Ballén, el Ecuador se retiró de la OPEP, sin embargo reintegró en el 2007.En este mismo año se renegociaron los contratos petroleros con la Hispano- Argentina Repsol, la Francesa Perenco, la Brasileña Petrobras, la china Andes Petroleum y la compañía de capital estadounidense afincada en Panamá City Oriente. Los contratos que se firmaron con estas empresas consisten en la prestación de servicios, en donde el estado les paga por la extracción del crudo.





Son muchos los juicios y las demandas que estas empresas han tenido que afrontar por violaciones al Medio Ambiente. En el 2004 los indígenas se manifestaron en el aeropuerto de Coca contra la Texaco, Luis Yanza el vocero principal del movimiento, afirma que quinientas mil hectáreas de territorios sagrados indígenas han sido contaminadas y exige que la firma limpie en su totalidad, los cuatro pueblos indígenas de la región (Siona, Huaorani, Cofan, Shuar). Treinta mil nativos en total, demandaron a Texaco ante los tribunales ecuatorianos y exigieron una reparación.
Sin embargo, una vez más la Texaco acusa a Petroecuador como el verdadero culpable. La compañía afirma que desde 1992, fecha de la expiración de su contrato, la compañía detuvo sus explotaciones petroleras en Ecuador tras haber bombeado un total de mil setecientos millones de barriles. Según el director de la Chevron-Texaco en México Jaime Varela-Walker, "Entre 1995 y 1998, todos nuestros 161 ex sitios fueron limpiados".
Jorge Bueno Galdo, experto en estudios ambientales señala que todo está en orden, las zonas antes contaminadas ahora están pobladas de fauna y flora nativa. El presupuesto previsto para la limpieza era  de trece millones de dólares el cual fue superado, en total la compañía gastó 40 millones de dólares vaciando las piscinas y resembrando árboles. 

¿Cómo se han visto afectados los indígenas por la extracción del llamado “aceite de piedra”?







El pueblo de Coca tiene un gran valor histórico y cultural, es la puerta de entrada a la amazonía ecuatoriana, lo ha sido desde 1541 cuando el conquistador español Francisco de Orellana hizo la primera incursión por el río Amazonas en búsqueda de leyendas como el Dorado, guiado por sus ansias locas de oro. Hoy en día vemos que  efectivamente se encontró oro, pero un tipo de oro que me arriesgo a decir que es más importante que el propio metal. La comunidad de Coca y las zonas aledañas a los ríos Coca y Ñapo se han convertido en pueblos explotadores de petróleo al servicio de grandes multinacionales y del mismo gobierno ecuatoriano. La incursión en la selva del mundo moderno les ha traído a todos éstos grupos indígenas, innumerables cambios  y problemas.
En el artículo “Amazonas ecuatoriano, un futuro tan negro como su petróleo”, Dayuma un indígena cofán, lamenta el drástico descenso  demográfico de su población debido a diversas enfermedades como la poliomielitis y la tuberculosis; además le atribuye a los “malos espíritus” el hecho de que los peces y las vacas estén muriendo, cuando en realidad el problema está  en que las compañías petroleras  vierten a  los ríos más de 16 millones de litros de desechos tóxicos. También advierte que el turismo en la zona desapareció, ya no se pueden ver a los cientos de personas en los barcos- hoteles de la Flota Orellana, a los turistas simplemente no les interesa navegar por aguas apestadas a petróleo y sin peces.






 Los indígenas denunciaban que hasta la fecha en que fue escrito dicho artículo (Abril –Mayo de 1994), no se habían hecho estudios para conocer la composición de los desechos de las piscinas arrojados a los ríos y a las tierras. Con el paso del tiempo la situación cada vez se volvió peor, los líderes indígenas en varias ocasiones han denunciado a las petroleras pero aún no consiguen que éstas empresas se responsabilicen por los daños; hace poco el portal de Internet www.extra.ec, publicó que el abogado Pablo Fajardo, representante de los grupos indígenas de la amazonía ecuatoriana demandaron por una suma de 17.000 millones de dólares a la petrolera Texaco ( que luego fue comprada por Chevron) por la contaminación ocasionada entre 1964 y 1990 en unas 480.000 hectáreas de selva en la Amazonía.
Según la compañía Chevron, cuando la empresa fue vendida, se firmó un acuerdo en donde  se exoneraba de cualquier responsabilidad ambiental en un futuro a la Texaco.
Chevron considera que en el juicio que se llevó a cabo en Ecuador los abogados de los demandantes falsificaron datos y presionaron a grupos científicos para encontrar contaminación donde no existía. También sostiene que ahora la responsabilidad es de Petroecuador, la empresa petrolera gubernamental a quien ahora pertenecen las tierras. La compañía estadounidense afirma que cumplió con las tareas de limpieza según los tiempos establecidos 

¿Cómo es la extracción del Crudo y cuáles son los problemas que conlleva?

Por medio de imágenes satelitales y sobrevuelos a ciertas áreas en que se sospecha pueda haber un yacimiento, las compañías petroleras hacen estudios sísmicos, los cuales consisten en la detonación de explosivos subterráneos a intervalos regulares para verificar el movimiento de las ondas sonoras a través de la tierra, ésto permite a los geólogos detectar las posibles reservas. El problema es que para hacer este trabajo es necesario abrir innumerables trochas y helipuertos, o sea, talar árboles, contaminar agua y hasta matar animales si hablamos de una zona selvática como el amazonas.
Luego se perforan pozos exploratorios, de más o menos 3 kilómetros de profundidad. Se extraen sustancias líquidas y gaseosas de las formaciones geológicas subterráneas y se determinan las cantidades de petróleo, agua y gas. Para dicho estudio es necesario despejar entre dos y cinco hectáreas de terreno, en donde se instala una plataforma de perforación y junto a ella se construye un hoyo para los desechos denominado “piscina”, en él se arrojan todos los desechos sin ningún control, con el tiempo éstos residuos se filtran a la tierra y a los riachuelos cercanos, contaminando todo a su paso. Aproximadamente 160.000 litros de petróleo “de prueba” por pozo, son quemados al aire libre sin ningún tipo de vigilancia sobre  su temperatura.
Hasta dicho momento, el proceso está en su fase exploratoria, en caso de que las cantidades encontradas sean “comerciales”, se construyen  pozos de producción y estaciones de separación (en donde se dividen el agua, el gas y  el crudo puro). Éstos pozos generan alrededor de 20 millones de litros de desechos líquidos a diario.







 Los problemas no se limitan a ésta fase, una vez extraído el crudo hay que añadir a la lista la cifra de accidentes naturales y por el mal  funcionamiento de los oleoductos, los cuales se presentan durante su transporte . Según informes oficiales del gobierno ecuatoriano, los derrames provocados en el SOTE (sistema de oleoducto trans-ecuatoriano) y otros oleoductos secundarios son de unos 63 millones de litros al año; debido a que están construidos a ras del piso, son vulnerables a derrumbes, crecidas de los ríos, temblores, construcciones etc.





viernes, 2 de diciembre de 2011

Efectos de una sed indomable y una garganta sin fondo

El petróleo es una mezcla heterogénea de compuestos orgánicos, principalmente hidrocarburos insolubles en agua. Actualmente es la principal fuente de energía en los países desarrollados. El petróleo líquido está asociado al gas natural y se encuentra en yacimientos que han estado enterrados durante millones de años, cubiertos por los sedimentos de la corteza terrestre.
El crudo es tan importante porque  todas las actividades económicas mundiales se sustentan en él como fuente energética; es utilizado en el transporte, la calefacción, plásticos, textiles artificiales, pintura, detergente, explosivos, fertilizantes, asfaltos,  entre otros.
El escándalo tras el petróleo está en el fuerte impacto sobre el medio ambiente durante todas sus fases desde la extracción, la manipulación y producción de derivados, hasta el transporte y la comercialización. el auge que ha tenido éste combustible ha tenido graves efectos en la naturaleza y en la población mundial. Es muy triste que  tras la sed de poder de las compañías petroleras con sus cuentas de banco a reventar de billetes, hay millones de litros de agua infectada, culturas prácticamente exterminadas, personas enfermas, billones de árboles cortados y tierras contaminadas, lágrimas, sangre y sudor.
Todos alguna vez hemos escuchado la importancia de proteger el Amazonas y los problemas que hay en la zona, conocemos las dificultades que trae la tala de árboles, el escándalo tras la extracción del caucho y la invasión a territorios indígenas, pero casi no es conocido el daño que causa la extracción de petróleo a éstas tierras, es más, yo ni siquiera sabía que en el Amazonas hubiera petróleo. Es por esta falta de información que considero importante investigar los alcances de ésta industria, cómo se ha manejado la problemática y las versiones de los distintos implicados; ésta situación esta presente en casi todas las zonas cercanas al paralelo 0, la línea del Ecuador; precisamente es en un pequeño pueblo llamado Coca, al nororiente del país ecuatoriano y general en toda la amazonía en donde centro este trabajo.
Para nadie es un secreto la importancia ambiental del amazonas, se trata de una región con 6.000.000 de km², en la cual por cada uno de esos kilómetros podemos encontrar 75.000 tipos distinto de árboles, y unas 150 mil especies de plantas, más millones de especies de insectos, 2000 tipos de aves y mamíferos, el equivalente a unas 90 mil toneladas de biomasa vegetal.